sábado, 7 de abril de 2012

Foo Fighters: capítulo 2.

La última presentación de los Foo no logró verse opacado ante los desperfectos técnicos y el clima. Crónica de una noche pasada por agua.



Un rato después de que los Arctic Monkeys hayan sido la banda sonora de una cortina de agua, las luces del estadio de River se encienderon para no volver a apagarse. Lo cierto es que la tempestad que azotó la noche rockera de Buenos Aires causó estragos arriba y abajo del escenario. Las protecciones anti-impacto del campo comenzaron a volar debido a las ráfagas que se paseaban por River y algunos, desamparados ante la lluvia, decidieron arrancar esas piezas plásticas para guarecerse de aquella balacera acuífera. Arriba de las tablas, una parte del techo del escenario comenzó a filtrar agua y algunas de las luces ya instaladas para el show de los Foo, dejaron de funcionar, obligando a la organización a prender las luces de El Monumental.

Con una gran cantidad de personas resguardándose bajo las plateas y las generales, Dave Grohl sale a escena y saluda corriendo de lado a lado avisándole a la gente que el show ya estaba por comenzar. En pocos minutos, los que estaban protegiéndose de la lluvia ocuparon sus lugares para presenciar lo que habían estado esperando hace 17 años.

Debido al mal clima y al viento traicionero, el setlist iniciado con "All My Life" no se iba a poder escuchar claramente en muchos sectores del estadio, salvo el campo, donde no había fenómeno meteorológico que pudiera callar a Grohl y a los suyos.

A diferencia del día anterior, la banda comenzó con su show con el ya mencionado "All My Life" y con el clásico "Times Like These", que fueron los encargados de abrir la noche y parar la lluvia. Después, las siguientes ocho canciones fueron presentadas con el mismo orden del día anterior para hacer un espacio intermedio con la presentación.

El primer momento nostálgico de la noche se dio cuando Grohl presentó a Pat Smear, ex guitarrista de Nirvana, y la gente comenzó a corear el nombre de aquella mítica agrupación del inicio de los '90, a lo que Dave respondió con un sencillo "Oh, si!". Cuando fue el turno de la presentación de Taylor Hawkins, este se despachó con un solo de batería y después, fue él el encargado de presentar al frontman de vincha y cabellos largos. La gente pidió por un a Grohl por un solo de guitarra, a lo que accedió tocando algo sencillo, lo que justificó diciendo "Soy baterista". Después de este episodio, ocurrió algo inédito en toda la gira: Grohl se sentó atrás de la batería para darle paso al frente a Taylor e interpretar "Cold Day In The Sun". Demás está decir que la multitud enloqueció al ver volver al ex baterista de Nirvana al instrumento que lo vio crecer. 


Llegado el turno de "These Days", una de las más aclamadas del último disco, también llegaron unas palabras de Grohl. En su discurso explicó las fallas provocadas por el temporal y dijo que a veces, los shows que se transforman en desastre son los que mejor le salen. No se había equivocado para nada; el último rockstar de pie le estaba dando cátedra a un River pasado por agua. 


La primera parte del show iba a terminar con uno de los temas de su primer trabajo, una canción titulada "This Is A Call" a la que le iba a seguir la coreada "Best Of You". Mientras la banda se tomaba un receso, la gente siguió cantando una parte de esta canción, perteneciente al disco doble "In Your Honor" y algún que otro despistado comenzaba a dirigirse hacia las salidas.

Tiempo después, los Foo volverían a escena dándole vida a dos temas poco interpretados en esta gira: "For All The Cows" y "Enough Space", pertenecientes a las primeras horas de vida de la banda. "Dear Rosemary" y "Bad Reputation" (con Joan Jett), fueron el anticipo de la última canción de la noche. Chris Shiflett, quien estuvo muy sólido y con un buen desempeño escénico durante toda la noche, le pregunta a Dave en qué nota tiene afinada su Gibson. "Está en Re", le responde Dave. Y en ese tono es como se toca "Everlong", el broche de oro de una gran noche.

Ya con el último acople sonando , los integrantes saludan a un River a medio llenas pero que se va repleto del rock que les entregó la mejor banda del mundo, al menos, en este último tiempo.

Si bien el show de FF dejó con una molestia grande a aquellos que no pudieron lograr escuchar bien, la banda fue un Ferrari. Nate Mendel, uno de los miembros fundadores, contó con un bajo muy consistente y su concentración se notaba a simple vista. Dave sufrió el desgaste de su poderosa garganta en algunos pasajes de "Walk", pero su presencia escénica y su oficio de frontman hicieron que esas dificultades no tomen gran importancia.

Por último, cabe destacar la variación de su lista de temas, ya que si bien hoy uno se puede enterar fácilmente de qué es lo que generalmente tocan, varios se varon una grata sorpresa al escuchar "Hey, Johnny Park!", "Generator", "For All The Cows" y "Enough Space", que no habían sonado la noche anterior.

"Muy bien 10" a una banda que se disculpó por su larga ausencia en el continente y que prometió volver para reencontrase con elo mejor público del mundo

jueves, 5 de abril de 2012

El discurso de Dave Grohl en el Quilmes Rock.

El discurso del lider de Foo Fighters contandole a la gente por qué esa noche era muy especial.



"Hoy, cuando estábamos en el backstage, vinieron a decirnos que a la noche iba a llover muy fuerte. Yo les dije que lo entendía y ellos dijeron que la lluvia había caído tan fuerte que se había roto el escenario, y déjenme decir que la lluvia cayó tan fuerte que rompió las luces del escenario. Así que prendimos todas las luces, pero esas luces (señalando a las del estadio) no las tuvimos ayer, ¿pero saben qué? Me encantan esas fuckin luces, porque puedo verlos. Puedo ver cada movimiento.
Hola!Es bueno verlos. Yo se que este es nuestro primer show para algunos de ustedes, esperamos tanto tiempo, perdón. No sé porque esperamos tanto, porque ustedes son la mejor audiencia en todo el mundo (la gente comienza a gritar “Argentina, Argentina” y Dave para de tocar) Si, estoy de acuerdo, ustedes son Argentina. (se corea “Foo Fighters, Foo Fighters”).
Pero lo que les quiero decir es que a veces, los shows que se cagan son los que mejor hacemos. Yo no quiero venir a ver una banda que suena como una computadora, yo quiero oir una banda que suene como personas. Quiero oír buenas canciones y malas canciones. Quiero que algunas de las luces funcionen y que otras se rompan, pero lo que quiero esta noche, es ser diferente a cualquier otra luz. Así que antes de que nos vayamos a casa, vamos a tocar unas canciones para ustedes que no hemos tocamos hace mucho tiempo. Pero primero, vamos a tocar mi canción favorita de los Foo Fighters, se llama 'These Days'."

Quilmes Rock DIA 2: Arctic Monkeys and the others.

Arctic Monkeys, TV On The Radio, Joan Jett, Cage The Elephant y Massacre calentaron River y le entregaron a los Foo Fighters un público aceitado para su segundo y último show en el país.

Grohl y Walas, de Massacre, quien fue un fanático más.


Así como en The Walking Dead un grupo de zombies camina en busca de cerebros, ayer por Figueroa Alcorta y Udaondo un grupo de personas (no podridas) caminaba en busca de rock.
 El Frontman estuvo ahí y te va a contar todo lo que pasó como si fuese un fanático más.

MASSACRE

Eran las 15:40 y los Massacre salían a escena, presentando su ska-punk anticapitalista con la perfección de un violín. Wallas le hablaba al público como si ellos fueran una mujer a la que se quería levantar: “Hola mi amor”, “Es acá?”, “Hoy tocan los Foo Fighters, los Arctic Monkeys?”. El público copadísimo con la presencia de este gran grupo, que mereció mucho más dentro de la grilla programada. Quizás haya sido oportuno que se presenten en el día nacional, ya que tienen mucho más potencial para dar del que demostraron en los 30 minutos de recital que la organización les dio.

Después de que el show de Massacre terminara y comenzara a tocar la banda de turno en el escenario 2 (donde iban los ganadores de una especie de “La batalla de las bandas”), River se iba llenando muy lentamente y así iba a seguir hasta las 19 hs, donde ingresaría el grueso de las personas que, de todas maneras, no lograron ocupar la totalidad del estadio.

CAGE THE ELEPHANT

Matthew Schultz.
La segunda banda del día era Cage The Elephant, quienes traían desde Yanquilandia a su “rock garaje”, mezclado con algunos toques de punk y con un frontman de lo mejor que este redactor ha visto en su vida. Matthew Schultz es el nombre de aquel vocalista de pelo largo y de contextura física esquelética, que muy prematuramente se tiró hacía el público a hacer smosh y quedar patas para arriba mientras cantaba, para después quedarse abajo del escenario y seguir sus canciones abrazado a los camarógrafos.  Alternando un setlist que iba y venía entre sus dos discos, “Cage The Elepant”, de 2008 y “Thank You, Happy Birthday”, con el que lograron llegar a la cima de las listas de USA, lograron copar a un público que se portó bastante bien y que llenó de aplausos a cinco jóvenes que mediante su presentación, demostraron que tienen muchísimo para dar.

JOAN JETT & THE BLACKHEARTS

Cuando éramos chicos y juntábamos figuritas, había una que por más de que la tengamos repetida nos la guardábamos porque nos encantaba. Salvando las distancias, Joan Jett & The Blackhearts es una de ellas. Una mujer que aparenta menos de lo que figura en su documento y que la rockea en todos lados, con un estadio a medio llenar pero con una potencia inigualable como si se estuviera presentando en Wembley. A diferencia de ayer, en su setlist la banda no incluyó al hit “Bad Reputation”, que después tocaría con los Foo.

La creadora de "Cherrybomb" puso el punk que faltaba.

Mientras se desarrollaba el número de The Blackhearts, en algunas zonas del estadio se comenzaba a percibir una falla de sonido. Falta de sincronización y el viento propio de la zona donde está River hicieron que las torres de parlantes queden totalmente descolocadas unas de otras, afectando seriamente a todo lo que restaba del espectáculo. Bandas como TV On The Radio y Arctic Monkeys son de esas que necesitan un sonido limpio y bien cronometrado para que el público pueda lograr percibir lo que están tocando. A muchos de los que estaban en la Sívori y en las plateas altas les costaba identificar los temas que las bandas interpretaban.

TV ON THE RADIO

D. Sitek.
A las 18:10 era la hora para que TV On The Radio salga al escenario, pero su entrada se vio opacada por la banda “Utopians”, una de las ganadoras del concurso de bandas de Quilmes que se  copó bastante haciendo un cover del tema de Sumo “Estallando Desde El Océano”, con un final interminable. A pesar de que los sonidos de las dos bandas se mezclaron al principio de la presentación de TV On The Radio, agrupación que encabeza Dave Sitek, esta se presentó con un “funk tecno pop soul” ganándose los aplausos de un River a medio llenar. Vinieron y cumplieron muy prolijamente su laburo, muy bien 10 para ellos. Lástima que los ingenieros de sonido hayan reprobado el examen del festival, sobre todo para la gente de las plateas y las generales.



ARCTIC MONKEYS
Turner,  pinta de mafia.
Eran las 19:10 y ya se repiraba esa ansiedad, sobre todo en el sector más juvenil, por uno de los platos fuertes de la noche. Los Arctic Monkeys se presentarían por segunda vez en el país y por primera vez en este festival. Con peinados de gangster, los muchachos de Sheffield salieron a escena y saludaron al público con ese riff de “Don’t Sit Down ‘Cos I’ve Moved Your Chair”, para darle comienzo a un setlist de 18 temas que se paseaba entre sus cuatro discos de estudio y algún que otro single como “R U Mine?”, lanzado hace pocos días.
En los primeros momentos del show, mientras “Teddy Picker” empezaba a sonar, con ese punteo simplón pero gustoso, River se vistió de agua. Una de las lluvias más potentes que jamás se hayan presentado en un recital había llegado para quedarse y mojar un largo y molesto rato. Al clásico de “Favourite Worst Nightmare” le siguieron “Crying Lightning” y “Library Pictures”, de los últimos dos álbumes de la banda. Posteriormente se vinieron los clásicos “The View From The Afternoon” y “I Bet That You Look On The Dancefloor”, rememorando su pasado de adolescentes en el que la pubertad les había jugado una mala pasada.

Helders y su bebé.
 Detrás de la batería con la Union Jack, un potente y consistente Matt Helders se lució cantando “Brick By Brick” y tocando toda la noche como si fuera un robot, sin errarle a un golpe, con una firmeza de pocos y siendo acariciado con el grito de sus jóvenes fanáticas.

La banda finalizó su show con los clásicos “Fluorescent Adolescent” y “When The Sun Goes Down”, para intentar llenar el vacío que se había generado en el público debido a las fallas en el sonido de una banda que sí o sí tiene que sonar bien.

La propuesta de los monos fue sencilla y sobria, pero cautivante. Un setlist que se hizo corto debido a la rapidez con la que ejecutaron los temas, y que hizo que un público empapado empiece a calentar su alma mientras esperaban a Dave Grohl y su banda.

Por Nehuén Seoane